jueves, 5 de junio de 2014

Si es un sueño no quiero despertar

Me despierto en medio de la noche, abro los ojos, todo esta oscuro. Te miro con miedo a despertarte. Ya no tiemblas, y no tienes fiebre. Empiezo a recordar. Simplemente aparecí. Te intente ayudar. Nos besamos. Me abrazaste, no me moví, era como un sueño. Me quede dormida entre tus brazos. Como en todos mis sueños. Y tu al rato. Notaba tus manos aún abrazándome. Era... extraño. Mi primer beso. Con el chico que amo. Y ahora estoy dormida con sus brazos rodeándome. Es tan... especial. Ese beso decía muchas cosas. Ese beso no decía tengo que saber si te quiero. Ese beso decía te quiero. Claro y alto. Te quiero y llevo mucho tiempo esperándote. 
Le noto moverse, su mano se mueve y me empieza a acariciar suavemente el hombro. Con cariño y miedo. Como si yo fuese a desaparecer de un momento a otro y se quisiese aferrar a mi hasta el último segundo. Perdida en mis pensamientos no oigo como se incorpora ligeramente hasta que me susurra al oído "Te quiero, no sabes cuanto llevo esperando esto, cuanto llevo aguantando por miedo a sufrir, o a que sufrieses. Por favor no desaparezcas, si te vas ahora muero". Ahora era yo la que estaba helada, estaba temblando. Las palabras que siempre soné escuchar. "Tranquilo, estoy aquí, no me voy a ir, te quiero". Dije arrastrando las dos últimas palabras, como saboreando la última cucharada de una copa de helado o una tarde de verano a finales de agosto. No podía ser real. Todo era un sueño. Pero no era un sueño, sabía que no lo era. Al momento su boca volvía a estar junto a la mía, que sonreía, sonreía más que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario